Caprichosa nació del deseo profundo de crear un lugar donde cada bocado fuera más que sabor: fuera compañía, refugio, vida.

Aquí no servimos comida: servimos memorias. Cada receta, cada ingrediente, cada detalle está pensado para abrazar el alma y reconciliar el cuerpo con la emoción de existir.

Nuestra inspiración surge de las raíces de la cocina colombiana, de los recuerdos de hogar, de las historias contadas alrededor de una mesa cálida. Pero también, de la certeza de que el bienestar y el amor propio pueden servirse en un plato, sin juicios ni culpas.

Caprichosa no es solo un restaurante: es una travesía emocional.Es donde los sabores ácidos despiertan, los dulces abrazan, y cada textura acaricia tu historia personal.

Cocinamos emociones para darle sabor a la vida.
Y en cada plato, te invitamos a reencontrarte contigo mismo.